Descripción
La Vitamina E actúa como antioxidante, al ayudar a proteger las células contra los daños causados por los radicales libres. Los radicales libres son compuestos que se forman cuando el cuerpo convierte los alimentos que consumimos en energía. Las personas también están expuestas a los radicales libres presentes en el ambiente por el humo del cigarrillo, la contaminación del aire y la radiación solar ultravioleta.
El organismo también necesita la vitamina E para estimular el sistema inmunitario a fin de que éste pueda combatir las bacterias y los virus que lo invaden. Ayuda a dilatar los vasos sanguíneos y evitar la formación de coágulos de sangre en su interior.
La vitamina E combinada con otros antioxidantes (como la vitamina C, el selenio y el betacaroteno) redujo los efectos cardíacos de los medicamentos ingeridos en forma combinada (una estatina y una niacina) para controlar las concentraciones de colesterol.
El selenio es un nutriente que el cuerpo necesita para mantenerse sano.
El selenio es importante para la reproducción, la función de la glándula tiroidea, la producción de ADN y para proteger al cuerpo contra infecciones y el daño causado por los radicales libres.
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